En la mitología griega, Medusa (en griego antiguo Μέδουσα Médousa, «guardiana», «protectora») era un monstruo femenino, que transformaba en piedra a aquellos que la miraban. Fue decapitada por Perseo, quien después usó su cabeza como arma hasta que se la dio a la diosa Atenea para que la pusiera en su escudo.
La ley de la conservación de la energía afirma que la energía no puede crearse ni destruirse, sólo se puede cambiar de una forma a otra.
Por lo cual la muerte debería ser un festejo. O al menos no tendríamos que temerle. La muerte es una guía, nos indica por donde tenemos que pasar. Gracias a ella nadie puede equivocarse, nadie queda estancado, todos vamos a conocer otra forma de ser. Todos evoluvionamos, y todos volvemos a casa…
Nuestro apego a lo material, sea una persona o una moneda. Puede ser tan grande como el sufrimiento que nos provoca.
No necesitamos ver a la muerte como una calavera con una guadaña. La muerte podría verse como el Caos, solo una transición, parte de un ciclo. Final e inicio fundidos.
Porque la energía no puede destruirse, somos infinitos…
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